XALAPA.— “Lo que necesite Veracruz, lo vamos a apoyar en todo”, afirmó la gobernadora Rocío Nahle al respaldar la reactivación de El Jarocho, histórica línea ferroviaria que conecta Veracruz con la Ciudad de México y que será retomada por la federación como tren de pasajeros.
En conferencia de prensa, la mandataria estatal precisó que la iniciativa fue promovida durante la campaña de la presidenta Claudia Sheinbaum y que actualmente se trabaja con el concesionario de la línea, que opera transporte de carga, para programar también el servicio de pasajeros.
“La presidenta Claudia Sheinbaum en su campaña hizo esta propuesta, de reactivar para pasajeros el tren El Jarocho, por supuesto que lo recibimos con mucho gusto y ella la semana pasada lo replanteó nuevamente, dijo que está trabajando con el concesionario porque esta ruta tiene una concesión de transporte de carga y que se tiene que programar para que sea también transporte de pasajeros. Lo trae la federación, lo que necesiten del estado nosotros vamos a apoyar en todo, en todo”, expresó la gobernadora.
Rocío Nahle destacó la belleza del recorrido y la relevancia económica y turística de la ruta, y señaló que los recursos para su reactivación están contemplados en el presupuesto de 2026, para iniciar los trabajos de recuperación; el proyecto forma parte de la estrategia para rescatar las vías ferroviarias históricas.
• A nivel nacional, ya están en marcha la construcción de seis rutas de trenes de pasajeros y carga, entre las que destacan el AIFA – Pachuca; Ciudad de México – Querétaro; Saltillo – Nuevo León; y Querétaro – Irapuato.
El Jarocho fue inaugurado el 1 de enero de 1873 por el presidente Sebastián Lerdo de Tejada, marcando el inicio de la primera línea férrea completa en México, que conectaba la Ciudad de México con el puerto de Veracruz. Este hito histórico simbolizó el progreso y la modernización del país en el siglo XIX.
La ruta ofrecía a los pasajeros un recorrido pintoresco por paisajes naturales, convirtiéndose en un medio de transporte popular y apreciado por su valor escénico. Era operado por Ferrocarriles Nacionales de México y dejó de ofrecer el servicio en 1999 debido a la privatización de la red ferroviaria.