Indígenas de la comunidad chatina de Santiago Cuixtla, han denunciado públicamente una red de despojo de tierras comunales en la zona de Playa Palmarito; así como en los territorios ubicados alrededor de la Laguna de Manialtepec, en el municipio de San Pedro Mixtepec, en Oaxaca. Frente a ello, los comuneros han señalado como responsable a un cártel inmobiliario que comercializa tierras de manera ilegal en ambas zonas naturales.
Es importante recordar que la Laguna de Manialtepec, es considerada un área con una gran riqueza biológica, al albergar distintos tipos de aves, reptiles y vegetación. Asimismo, ha fungido como una atracción turística, ya que presenta biolumiscencia a causa de la descomposición de algas y la presencia de plancton.
Sin embargo, pese a que ambos espacios prohíben la urbanización en la zona, para proteger al ecosistema, la venta de tierras alrededor de ellas continúa. En este sentido, uno de los principales señalados por la comunidad indígena de este despojo, ha sido Jorge Eduardo Echaide Amador, acusado en mayo de 2025 de vender tierras de las que no era propietario.
Asimismo, han señalado también a inmobiliarias como Grupo Pacífico Escondido, como responsables de vender terrenos pertenecientes a la comunidad de Tultepec, junto con Juvenal Díaz, Abraham Díaz y Agileo Villavicencio, por su apropiación ilegal de bienes en Playa Palmarito.
Cabe señalar que esta no es la única comunidad que se ha levantado contra el despojo de tierras. Uno de ellos es el pueblo indígena chontal de El Coyul, el cual también ha denunciado en múltiples ocasiones el despojo de miles de hectáreas de playa y manglares, que fungen como reserva natural de tortugas marinas.
En este sentido, la población indígena ha apuntado como principales responsables a Rigoberto Cruz Cartas y Joel López Ricarde, quienes junto con las autoridades de Villa de Tututepec han sido señalados de expedir permisos irregulares; así como de emitir de escrituras apócrifas autonombrándose dueños de las tierras. Asimismo, los locatarios han denunciado la intimidación por parte del grupo criminal; así como la amenaza con armas de alto calibre y el hostigamiento constante a los habitantes para abandonar la zona.
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