La edificación de la planta de hidrógeno verde por parte de Helax Istmo, subsidiaria de Copenhagen Infrastructure Partners, en Oaxaca, se erige como un proyecto con una serie de beneficios significativos que abarcan desde el impulso a la transición energética y el desarrollo económico, hasta la mitigación del cambio climático y la generación de oportunidades para las comunidades del Istmo de Tehuantepec y para el país en general.
⇒ Esta iniciativa, enmarcada dentro del Corredor Interoceánico, forma parte del Polo de Desarrollo para el Bienestar (Podebi) que se instalará en Ciudad Ixtepec, con una inversión de 10 mil millones de dólares. Fue impulsado inicialmente por Andrés Manuel López Obrador y ahora cuenta con la continuidad y el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum, al ser contemplado dentro del Plan México, en el que se promete catalizar un futuro más sostenible y próspero para el sur del país.
Desde una perspectiva social, la planta de hidrógeno verde representa una oportunidad para el desarrollo de las comunidades locales, dado que la creación de empleos durante las fases de construcción y operación impulsará la economía local y regional, generando ingresos y mejorando la calidad de vida de los habitantes del Istmo.
Este proyecto no busca la colonización energética, sino que se fundamenta en la inclusión y la participación activa de las comunidades en la toma de decisiones. La escucha atenta de sus opiniones y la integración de sus necesidades son pilares fundamentales para asegurar que el desarrollo sea verdaderamente beneficioso y respetuoso con la cultura y tradiciones de la región.
Este planta de hidrógeno también significa una oportunidad de desarrollo para los jóvenes de la región, dado que impulsará el desarrollo de nuevas tecnologías y la formación de capital humano especializado en energías limpias, generando un círculo virtuoso de innovación y crecimiento sostenible; además, Helax podrá ser parte al brindar capacitación y especialización de la mano de obra local.
Cabe destacar que Oaxaca posee un vasto potencial en energías renovables, especialmente eólica y solar. Una planta de hidrógeno verde aprovecharía estos recursos, fomentando aún más el desarrollo de proyectos de energía limpia en la región. Ya se ha anunciado una inversión de 10 mil millones de dólares por parte de la empresa danesa para un centro de producción de hidrógeno verde, que incluirá la construcción de parques solares.
La construcción y operación de esta planta de hidrógeno verde también podría implicar la llegada de más capital nacional e internacional. Este tipo de proyectos puede generar nuevas industrias y cadenas de valor, como la fabricación de componentes para electrolizadores. Además, al estar vinculado al Corredor Interoceánico, tanto este proyecto como los futuros se se beneficiarán de la infraestructura logística, facilitando la distribución y exportación.
En resumen, la edificación de una planta de hidrógeno verde en Oaxaca se perfila como una iniciativa estratégica con el potencial de generar un impacto positivo multifacético, posicionando al estado a la vanguardia de la transición energética en México y fomentando un desarrollo más sostenible y compartido, como es la meta de esta administración a cargo de la presidenta Claudia Sheinbaum.